Tengo aquí dos diálogos que se suponen son entre un humano y Dios ambos son de  autor anónimo, el primero es de origen cristiano y se presenta en un lenguaje sencillo que aunado al hecho que estamos embebidos de la cultura cristiana desde la cuna se torna fácil entenderlo. El segundo diálogo es de origen hindú y allí se presentan dificultades reciprocas al caso anterior. Si uno lo lee apurado, a vuelo de pájaro, va a encontrar muy fácil al dialogo cristiano al punto de asentir todo lo allí escrito y decir que “si” con la cabeza igual que hace un loro. Igualmente el hindú se ve demasiado complicado para ser entendido con lo cual se corre el riesgo de desecharlo. Sin embargo si uno está dispuesto a ejercitar un poco las neuronas verá que en el dialogo cristiano hay mucho de lo que es obvio en apariencia y el dialogo hindú es mucho mas accesible de lo que parece si uno lo desmenuza con calma y abriendo la mente. Para mi la dificultad accesible es un reto, y de puro orgulloso me gusta aceptar esa clase de retos, la dificultad es al logro como el viento es al fuego, apaga la llama de una vela y enardece las llamas del incendio. ¿Qué hará este viento con el fuego de tu mente?
 
 





        Con mi título de periodista recién obtenido, decidí realizar una gran nota... “pasa” me dijo Dios “¿Así que vienes a entrevistarme?” “Bueno” le contesté “si tiene tiempo...” Se sonríe y pasa la mano por la barba y dice: “Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo ¿Que preguntas quieres hacerme?” -  “ninguna nueva ni difícil para usted ¿Que es lo que mas le sorprende de los hombres?” y dijo: “Que se aburren de ser niños, apurados por crecer, y luego suspiran por regresar a ser niños. Que primero pierden la salud para tener dinero y encendida pierden el dinero para recuperar la salud. Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con lo que ni viven el presente ni el futuro. Que viven como si fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido, y pensar que yo...”  Con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada deja de hablar, sus manos toman fuertemente las mías y seguimos en silencio.
Después de un largo de un largo tiempo y para cortar el clima, le dije: “¿Me deja hacerle otra pregunta?” No me respondió con palabras sino con su tierna mirada “Como padre, ¿Qué es lo que pedirías a tus hijos para este año nuevo?”
“Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame, lo que si pueden es dejarse amar.
Que aprendan que toma años construir la confianza y solo segundos para destruirla.
Que aprendan que lo mas valioso no es lo que tienen en sus vidas sino, sino a quien tienen en sus vidas.
Que aprendan que no es bueno compararse con los demás, pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.
Que aprendan que “rico” no es el que mas tiene, sino el que menos necesita.
Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes los controlaran.
Que aprendan que bastan unos pocos segundos para producir heridas profundas en la personas que amamos, y que pueden tardar años en ser sanadas.
Que aprendan que a perdonar se aprende practicando. Que aprendan que hay gente que los ama mucho, pero simplemente no saben como demostrarlo.
Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad.
Que aprendan que a veces cuando están molestos tienen derecho a estarlo, pero eso no les da derecho a molestar a los que lo rodean. Que aprendan que los grandes sueños no requieren grandes alas, sino buen tren de aterrizaje para lograrlos.
Que aprendan que amigos de verdad son muy escasos y quien ha encontrado uno, ha encontrado un verdadero tesoro.
Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros, algunas veces deben perdonarse a si  mismos.
Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen.
Que aprendan que lo que siembran cosechan, si siembran chismes cosecharan intrigas, si siembran amor cosecharan felicidad.
Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas sino ser feliz con lo que tienen.
Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino el producto de sus decisiones; ellos deciden ser felices con lo que tienen o morir de envidia y celos por lo que les falta y carecen.
Que aprendan que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.
Que aprendan que sin importar las consecuencias, que  aquellos  que son honestos consigo mismos llegan lejos en la vida.
Que aprendan que a pesar de que piensen que no tienen nada mas que dar, cuando un amigo llora con ellos encuentren la fortaleza para vencer sus dolores.
Que aprendan que retener a la fuerza a las personas que aman, las aleja mas rápidamente de ellos y que dejarlas ir las deja para siempre al lado de ellos.
Que aprendan que a pesar de que la palabra “amor” pueda tener muchos significados distintos, pierde valor  cuando es usada en exceso.
Que aprendan que amar y querer no son sinónimos  sino antónimos, el querer lo exige todo, el amar lo da todo.
Que aprendan que nunca harán algo tan grande para que Dios los ame mas, ni nada tan malo para que los ame menos, simplemente los amo a pesar de sus conductas.
Que aprendan que la distancia mas lejos que pueden estar de mi es la de una oración...”
Y así en un encuentro profundo, tomados de las manos continuamos en silencio...
 
 





Interlocutor: ¡Swami! El mundo es muy cruel conmigo.

Swami: Esa es su naturaleza. el propósito del mundo es causar frustración; la frustración forzosamente engendra la necesidad. Cuando la intensidad se intensifica suficientemente, entonces el individuo trata de satisfacerla...

Interlocutor: ¡Pero se fracasa!

Swami: ¡Fracasa cuando busca la satisfacción en el exterior! Dentro de si mismo si la puede obtener. El mundo se experimenta mientras se siga apegado a las formas externas. La liberación total del dolor sólo es posible perdiendo el ego, neutralizando aquello que algunas veces reacciona ante las cosas con dolor y otras con placer, aquello cuya memoria nos ayuda a identificar la dualidad la alegría y la congoja.

Interlocutor: ¿Pero y el mundo, Swami?

Swami: El mundo es dolor. No esperes de él más que eso. Fue mi voluntad que la totalidad de tu existencia condicionada fuese dolor, para así atraerte hasta MI.

Interlocutor: Lo mejor que puedo hacer es tener esperanza en lograrlo.

Swami: No excluyas nada. Se testigo de todo. Lo exclusivo no puede perdurar. Dios es todo. Tu intranquilidad es el resultado de la exclusión, de la presión ejercida por lo excluido en el área que fue excluido. Todo es Dios; ¿Cómo puedes sacar a Dios de Sus Dominios? Tu mente infieres que la causa de la intranquilidad está en lo que le concierne en el momento. La causa real no está ahí. Tú limitas a Dios con tus suposiciones; de aquí la intranquilidad, ya que tú también eres divino y tu realidad protesta contra esa limitación.

Interlocutor: Baba, algunas veces me siento triste por ser tan extraño, tan diferente en los hábitos al resto de aquellos que vienen a TI (a solicitar TU ayuda) pidiendo socorro.

Swami: Si tu senda contrasta con aquellos que te rodean cree en MI voluntad respecto a ti. Todos los caminos son MI camino. Y caminos que parecen indirectos pueden ser los mas directos para algunos sadhakas (aspirante espiritual) . Para MI no hay casos imposibles o casos incorregibles. Practica la no-elección de ahora en adelante. La no elección es satisfacción constante.

Interlocutor: Mi fascinación por tomar “té” me lastima

Swami: ¡El Cielo no le es negado a aquellos que beben té! Una persona rajástica (activa) se hace hiperactiva por el té; para el invalido es un buen estimulante. Pero no adores el té como única realidad. Ahora en cuanto a esos hábitos que te han atrapado, hay dos métodos mediante los cuales puedes desecharlos. El primero es refrenándolos, reprimiéndolos. esto sólo puede producir un éxito temporal. Cuando la presión se relaja, el habito se reafirma y se vuelve difícil resistir a él. El segundo es absorberse en algo mucho mas placentero, y así el hábito cae por sí solo. Recuerda lo transitorio no es importante; lo importante es lo eterno. Mis indicaciones son variadas, difieren de persona a persona, de día a día, aún en el caso de la misma persona. Todas las indicaciones funcionan. Dejen que las gentes vengan a MI a través de  bhajan, a través de jaba, a través de dhyana, a través de mantras o tantra o seva; según yo ordene. Todos vendrán a MI. No hay excepciones.

Interlocutor: Confiamos en TU gracia; la anhelamos; haznos conscientes de ella.

Swami: Nunca les he pedido que ME ganen; sólo quiero que me necesiten. Su camino no es el del Mérito; tráiganme los deseos recurrentes de su mente siempre que emerjan. No ME pueden agitar, por que yo los desee, tráiganme su confusión, su miedo, su anhelo, su incapacidad de amar el mundo, su vacilación para servir, sus celos, todas la deficiencias que retan a su sadhana (disciplina espiritual).

Interlocutor: ¿Cómo debemos hacer seva? ¿Cuando sintamos urgencia de hacerla? ¿Y qué si la urgencia está ausente?

Swami: Hay muchas maneras de servir al mundo. Tú puedes servirlo, si no activamente al menos con tu serenidad. no todos necesitan hacer cosas. La herencia occidental de ustedes venera el trabajo activo; si tu ser tiene la tendencia a la serenidad y la soledad, tómenlo como lo mejor. No se apene por eso. Solo una pequeña minoría puede deleitarse en la serenidad y permanecer tranquila. Dios lo ha querido así. De otra manera ¿Cómo podría funcionar el mundo? Si la tranquilidad es tu destino, atrévete a ser así. Si eres un recluso, sé un recluso pero conmigo. No podrás ser santo pero podrás tranquilamente ser nada. Dejen que cada quien sea como es, recordando a su autor, su fuente y su meta. Nadie es como sino por MI.

Interlocutor: Tengo todavía mucho que aprender.

Swami: Deseas aprender de MI. Bien, si estás preocupado por tus necesidades del cuerpo, sus medios para viajar, su comodidad y el alimento que demanda, el tiempo volará. El alumno que no pierde su tiempo cambiándose constantemente de salón de clases a otro aprende más rápido y mejor. Tú aprenderás todo lo que vale la pena aprender en MI salón de clases. Te expondré todos los estados de ser, para que puedas aprender a descansar en MI en todos ellos. No hay obstáculos insalvables para MI; no hay prerrequisitos para MI. YO soy incondicional.

Interlocutor: Pero TÚ frecuentemente te ausentas durante largo tiempo de tu cuartel general

Swami: Siempre en todo tiempo y lugar, Yo estoy donde me necesites. Todas las cosas externas están sujetas a limitaciones del tiempo y del espacio, a las leyes materiales de la Naturaleza. ¡Mi forma externa no es la excepción! ( Si percibieras mi forma física, esta tendría que entrar dentro del alcance de tu vista para que pudieras verla. Y aun entonces puede que ella no te mire a ti). ¡ Pero, YO soy omnipresente! Las limitaciones de cuerpo y de los sentidos no son válidas para la visión interna. Ahí dentro Me puedes ver en cualquier tiempo y en cualquier lugar, y percibir darshan. La visión externa insuficiente al propósito, instantánea, transitoria, casual, para que puedas anhelar y realizar darshan interior. Si te he separado de Mi imagen de cuando en cuando, ha sido sólo para atraerte a MI y a MI Presencia dentro de ti. Sólo eso te colmará y te refrescará, lo sé. Ninguna de mis ausencias fue un rechazo o repulsa en lo que a ti respecta. Todas las pensé bien. Y siempre deseé que regresaras a MI.-