Resulta ser que soy un preguntón, suelo decir a veces que no he superado esa etapa de los niños pequeños que preguntan y preguntan sin descanso ¿por qué el cielo es azul? ¿por qué la gallinita dijo “eureka”? Etc.Etc. Pero yo a diferencia de los niños las preguntas me las hago a mi mismo, ocurre que las preguntas suelen ser un poco pesaditas como para poder responderlas así no mas a la ligera y de pasada, por lo tanto me veo obligado a analizar... a ver las cosas desde la mayor cantidad de puntos de vista posible... todo para alcanzar la dichosa respuesta a la pregunta, y sucede muchas veces que a pesar del esfuerzo en la búsqueda no encuentro nada que verdaderamente satisfaga mi inquietud, a pesar de que no me canso fácilmente, llega un momento en que me agoto, entonces ya dejo de pensar concientemente en ese problema, sin embargo su formulación persiste en mi memoria e inesperadamente cuando ya me he olvidado de asunto aparece alguna pista, una forma de pensar diferente, un nuevo punto de vista o lo que sea, siempre emerge en la mas insólita circunstancia algún evento detonante que actúa como catalizador para llegar a la tan ansiada respuesta de la pregunta infantil. Es por eso que digo que a veces pienso... de vez en cuando suelo escribir una que otra cosa... y de la conjunción de ambas surgen algunos escritos que intentan expresar el ir y venir de ideas en mi mente, no son muchas ni tan pocas, he aquí algunas reflexiones:
 
 
 
 

 Herencia  El espejo
 El Rol  El miedo
 Las bellas  Religión